Una vez cometido el acto de barbarie, llega la segunda parte. Es muy típico de las autoridades israelíes y era de esperar: Después de la matanza se trata de culpabilizar a las víctimas. Pocas horas después del hecho comenzaba la campaña: ‘La flotilla no tenía que estar en aquellas aguas, estaban armados con palos y cuchillos y lo que hacían realmente era apoyar a Hamas, una organización que figura en las listas terroristas internacionales’. La referencia a las armas se cae por su propio peso, porque me pregunto qué se supone ha de hacer alguien que es atacado en alta mar de la manera que se produjo: Te disparan sin ninguna razón y encima te acusan de terrorista porque agarras lo que tengas a mano para defenderte... La manipulación es tan burda que no merece más comentarios. En cuanto a los otros dos argumentos que le quedan a Israel para desacreditar a los componentes de la ‘Flota de la Libertad’, veamos los antecedentes y las causas que los llevaron a dar ese paso de apoyo a la causa palestina:
Israel lleva más de dos años imponiendo un bloqueo a la Franja de Gaza, desde que Hamás tomara el poder en ese territorio palestino. Con ello el Estado hebreo trata de impedir el tráfico de armas desde Egipto por parte de esta organización, calificada de ‘terrorista’ por la Unión Europea y Estados Unidos. Sin embargo, importantes organismos internacionales como las Naciones Unidas, consideran el embargo inaceptable e injusto, puesto que dificulta la supervivencia de 1,5 millones de residentes en la Franja. La Flotilla de la Libertad atacada ayer protestaba contra este bloqueo y trataba de saltárselo para llevar suministros imprescindibles dadas las precarias condiciones de vida en el territorio.
El gobierno de Israel sostiene que el bloqueo impuesto a Gaza que comenzó en septiembre de 2007, es necesario para debilitar a los radicales de Hamas, al frente del Ejecutivo de Gaza desde ese año, y detener sus ataques con cohetes contra la población civil israelí. Hasta ahí el argumento es comprensible, pero pierde su sentido cuando para combatir a unos cuantos haces sufrir de forma innecesaria a la totalidad. Es como si el Estado Español tratase considerase enemiga a toda la población vasca, y le hiciera pagar por la existencia de ETA. La situación se vuelve surrealista del todo cuando se sabe que el tráfico de armas continúa sin problemas a pesar de todas las restricciones. Los activistas de la Flotilla habían explicado reiteradamente que su objetivo principal era protestar contra la persistencia del bloqueo Israelí.
Pero, ¿qué significa el bloqueo? Pues supone una prohibición absoluta de la circulación de personas y bienes, excepto en el caso de los artículos de primera necesidad que importan los organismos internacionales de ayuda humanitaria. Según Amnistía Internacional, el Estado hebreo sólo permite salir de Gaza a un reducido número de personas enfermas, para recibir tratamiento. Pero, como hemos dicho, no afecta específicamente a los grupos armados, sino que castiga a la población entera de Gaza, al restringir la entrada de alimentos, medicamentos, material educativo y materiales de construcción, por lo tanto constituye un castigo colectivo, según lo califica el derecho internacional, y debe levantarse de inmediato.
Además del embargo impuesto a la Franja de Gaza, Hamás ha comenzado a cobrar cuotas que afectan directamente a la población, presuntamente para costear su complejo entramado burocrático, aunque también podría servirle para aumentar su arsenal de armas. En cualquier caso, con medidas como exigir un 25% adicional a los proveedores de petróleo barato traído por contrabando desde Egipto, Hamás se ha ganado fuertes críticas entre la población.
Una coalición de organizaciones no gubernamentales, entre ellas Oxfam y Médicos del Mundo, advierten en un informe de 2008 sobre la situación en Gaza que ésta ‘es peor ahora que en cualquier otro momento desde el comienzo de la ocupación militar israelí en 1967’. De hecho, existen túneles clandestinos entre Egipto y Gaza por los que los palestinos reciben productos del exterior (lo malo de esto es que también se trapichea con armas). ‘Hay poco dinero para comprar alimentos y pocos alimentos que comprar, asegura el informe. Así, la mayoría de las familias dependen de la ayuda humanitaria como la que quería prestar la Flotilla de la Libertad. El desempleo es de más del 40 por ciento, según datos de 2008, donde el sector privado ha sufrido gravemente el embargo y muchos han entrado en bancarrota. A estas dificultades se le añade la vulnerabilidad de la población, ya que la mitad es menor de 18 años según datos de las Naciones Unidas.
Los portavoces israelíes acusan también a la flotilla de ‘truco publicitario’, como si eso fuese un delito. Resulta evidente que se pretendía también llamar la atención de la comunidad internacional. Pero era una intención loable: ayudar y reclamar lo que consideran justo de forma pacífica. También es cierto que se permite la entrada de ayuda humanitaria a Gaza, pero esa circunstancia hace que sea más incomprensible aún que no se permitiera hacerlo desde el mar.
El caso es que las autoridades internacionales (Unión Europea, Naciones Unidas...), han declarado que el bloqueo a Gaza es inaceptable. Ya en diciembre de 2009, en el aniversario de la operación Plomo Fundido, en que murieron 1.400 palestinos, el secretario general de la ONU Ban Ki Moon afirmó que la ‘calidad y la cantidad de ayuda humanitaria que entra en la Franja es insuficiente, la actividad económica y de reconstrucción está paralizada y a sus residentes se les niegan derechos humanos básicos’. Tras el asalto armado de Israel a la flotilla humanitaria, se impone una investigación seria de los hechos y el castigo correspondiente a los culpables. Y tiene a su vez que ser el punto de partida para que la situación de los palestinos de la Franja cambie definitivamente a mejor. Israel no puede existir tomando como base la impunidad. Aunque con los antecedentes que existen, quizás eso sea pedir demasiado: El propio Consejo de Seguridad de la ONU, remedando antiguas resoluciones, ha condenado el hecho, pero ni rastro de reproches a las autoridades israelíes. Como siempre, arrojan a los palestinos a los leones, y luego se quejarán de ciertas actitudes extremistas...
Israel lleva más de dos años imponiendo un bloqueo a la Franja de Gaza, desde que Hamás tomara el poder en ese territorio palestino. Con ello el Estado hebreo trata de impedir el tráfico de armas desde Egipto por parte de esta organización, calificada de ‘terrorista’ por la Unión Europea y Estados Unidos. Sin embargo, importantes organismos internacionales como las Naciones Unidas, consideran el embargo inaceptable e injusto, puesto que dificulta la supervivencia de 1,5 millones de residentes en la Franja. La Flotilla de la Libertad atacada ayer protestaba contra este bloqueo y trataba de saltárselo para llevar suministros imprescindibles dadas las precarias condiciones de vida en el territorio.
El gobierno de Israel sostiene que el bloqueo impuesto a Gaza que comenzó en septiembre de 2007, es necesario para debilitar a los radicales de Hamas, al frente del Ejecutivo de Gaza desde ese año, y detener sus ataques con cohetes contra la población civil israelí. Hasta ahí el argumento es comprensible, pero pierde su sentido cuando para combatir a unos cuantos haces sufrir de forma innecesaria a la totalidad. Es como si el Estado Español tratase considerase enemiga a toda la población vasca, y le hiciera pagar por la existencia de ETA. La situación se vuelve surrealista del todo cuando se sabe que el tráfico de armas continúa sin problemas a pesar de todas las restricciones. Los activistas de la Flotilla habían explicado reiteradamente que su objetivo principal era protestar contra la persistencia del bloqueo Israelí.
Pero, ¿qué significa el bloqueo? Pues supone una prohibición absoluta de la circulación de personas y bienes, excepto en el caso de los artículos de primera necesidad que importan los organismos internacionales de ayuda humanitaria. Según Amnistía Internacional, el Estado hebreo sólo permite salir de Gaza a un reducido número de personas enfermas, para recibir tratamiento. Pero, como hemos dicho, no afecta específicamente a los grupos armados, sino que castiga a la población entera de Gaza, al restringir la entrada de alimentos, medicamentos, material educativo y materiales de construcción, por lo tanto constituye un castigo colectivo, según lo califica el derecho internacional, y debe levantarse de inmediato.
Además del embargo impuesto a la Franja de Gaza, Hamás ha comenzado a cobrar cuotas que afectan directamente a la población, presuntamente para costear su complejo entramado burocrático, aunque también podría servirle para aumentar su arsenal de armas. En cualquier caso, con medidas como exigir un 25% adicional a los proveedores de petróleo barato traído por contrabando desde Egipto, Hamás se ha ganado fuertes críticas entre la población.
Una coalición de organizaciones no gubernamentales, entre ellas Oxfam y Médicos del Mundo, advierten en un informe de 2008 sobre la situación en Gaza que ésta ‘es peor ahora que en cualquier otro momento desde el comienzo de la ocupación militar israelí en 1967’. De hecho, existen túneles clandestinos entre Egipto y Gaza por los que los palestinos reciben productos del exterior (lo malo de esto es que también se trapichea con armas). ‘Hay poco dinero para comprar alimentos y pocos alimentos que comprar, asegura el informe. Así, la mayoría de las familias dependen de la ayuda humanitaria como la que quería prestar la Flotilla de la Libertad. El desempleo es de más del 40 por ciento, según datos de 2008, donde el sector privado ha sufrido gravemente el embargo y muchos han entrado en bancarrota. A estas dificultades se le añade la vulnerabilidad de la población, ya que la mitad es menor de 18 años según datos de las Naciones Unidas.
Los portavoces israelíes acusan también a la flotilla de ‘truco publicitario’, como si eso fuese un delito. Resulta evidente que se pretendía también llamar la atención de la comunidad internacional. Pero era una intención loable: ayudar y reclamar lo que consideran justo de forma pacífica. También es cierto que se permite la entrada de ayuda humanitaria a Gaza, pero esa circunstancia hace que sea más incomprensible aún que no se permitiera hacerlo desde el mar.
El caso es que las autoridades internacionales (Unión Europea, Naciones Unidas...), han declarado que el bloqueo a Gaza es inaceptable. Ya en diciembre de 2009, en el aniversario de la operación Plomo Fundido, en que murieron 1.400 palestinos, el secretario general de la ONU Ban Ki Moon afirmó que la ‘calidad y la cantidad de ayuda humanitaria que entra en la Franja es insuficiente, la actividad económica y de reconstrucción está paralizada y a sus residentes se les niegan derechos humanos básicos’. Tras el asalto armado de Israel a la flotilla humanitaria, se impone una investigación seria de los hechos y el castigo correspondiente a los culpables. Y tiene a su vez que ser el punto de partida para que la situación de los palestinos de la Franja cambie definitivamente a mejor. Israel no puede existir tomando como base la impunidad. Aunque con los antecedentes que existen, quizás eso sea pedir demasiado: El propio Consejo de Seguridad de la ONU, remedando antiguas resoluciones, ha condenado el hecho, pero ni rastro de reproches a las autoridades israelíes. Como siempre, arrojan a los palestinos a los leones, y luego se quejarán de ciertas actitudes extremistas...
1 comentario:
La verdad antes sentiamos lastima por que fueron victimas de la crueldad alemana en la segunda guerra, mundial ahora ellos cometen los errores y dicen por los medios de comincación que son juzgados de manera injusta, nuestra humanidad se esta pudriendo
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