Tenemos derecho a amar la primavera
y yo lo ejerzo
cuando llega el día en que encuentro
un camino hacia ella
y erijo un templo de prados en flor
o un altar de pájaros piando su alegría.
y yo lo ejerzo
cuando llega el día en que encuentro
un camino hacia ella
y erijo un templo de prados en flor
o un altar de pájaros piando su alegría.
Tenemos derecho a exigir un espacio
en el que la naturaleza cultive su esplendor
y yo lo ejerzo
cuando amo la vida que ofrece a mis ojos
con una generosidad infinita,
árbol tras árbol, hoja sobre hoja,
insecto con insecto, luna tras sol.
en el que la naturaleza cultive su esplendor
y yo lo ejerzo
cuando amo la vida que ofrece a mis ojos
con una generosidad infinita,
árbol tras árbol, hoja sobre hoja,
insecto con insecto, luna tras sol.
Tenemos derecho a sentirnos hierba
y yo lo ejerzo
para reverenciar la diferencias sutiles
entre las estaciones,
olvidar que los hombres cultivan plantas
y recolectan mártires
en una espiral de violencia sin fin.
para reverenciar la diferencias sutiles
entre las estaciones,
olvidar que los hombres cultivan plantas
y recolectan mártires
en una espiral de violencia sin fin.
Tenemos derecho a disfrutar la primavera,
y yo lo ejerzo
aspirando suavemente sus aromas,
enjugando la noche de una mujer hermosa,
y descubriendo las razones
que convierten el día en una celebración
y sanan los sueños hasta hacerlos posibles.
aspirando suavemente sus aromas,
enjugando la noche de una mujer hermosa,
y descubriendo las razones
que convierten el día en una celebración
y sanan los sueños hasta hacerlos posibles.
Tenemos derecho a ser la primavera,
y yo lo ejerzo
aceptando el de vivir como queramos,
morir en la paz que hayamos construido
y regalando a nuestro espíritu
los paraísos encontrados.
aceptando el de vivir como queramos,
morir en la paz que hayamos construido
y regalando a nuestro espíritu
los paraísos encontrados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario