Algunas reflexiones drásticas nos vienen a la mente cuando políticos que salieron de sus cargos escaldados por su mal hacer mientras ejercían los resortes del poder, se siguen atreviendo a darle lecciones al común de los mortales. El peor espécimen político que conozco es el que considera que ha alcanzado el estatus de Estadista y Guía, porque en su embriaguez nihilista asume que está por encima del bien y del mal. Desde su óptica no existen los errores propios, sólo las incomprensiones de los demás. Acabarán por lo tanto queriendo salvarnos a pesar de nosotros mismos y del sentimiento de rechazo mayoritario que nos producen sus ideas o la manera en que las llevan a la práctica.
Ahora resulta que José María Aznar, el que fuera Presidente de un Gobierno que mintió de manera descarada al pueblo que representaba incluso en uno de los momentos más graves de su reciente historia, y se convirtió en uno de los garantes del neoliberalismo más ultramontano que ha originado los problemas económicos en que nos vemos ahora sumidos, tiene la receta para que el país salga de la crisis... Pero su Lumbrera Señoría sigue erre que erre en sus recetas y argumenta que es preciso aún más liberalismo financiero para resolverlos. Ya sabemos lo que esto significa en la práctica para los trabajadores: Más facilidad de despidos, mayor precariedad laboral. O sea, más de lo mismo aunque resulte evidente que el liberalismo sólo ha servido para bañar en oro las cuentas de las grandes corporaciones, los bancos y los tiburones de las finanzas, a costa de los recortes impuestos a todos los demás. Seguro que a una Mente Tan Conspicua no se le ha ocurrido establecer una correlación entre el escandaloso índice de paro que está alcanzando España (el más alto de toda la Unión Europea) y que estemos también a la cabeza en siniestralidad laboral, con el hecho de que este país se haya convertido en el paraíso de los contratos eventuales y de trabajo en precario.
Ya que el Insigne Ex-Presidente es tan dado a darnos consejos, me atrevo a dejarle aquí uno gratis: Mejor nos deja en paz y que se dedique de lleno al negocio con el que tan bien le va ahora. Ese de los charlatanes que iban de pueblo en pueblo, ahora parece ser que de universidad en universidad, vendiendo el producto milagroso que parece ser que todo lo cura.
Ahora resulta que José María Aznar, el que fuera Presidente de un Gobierno que mintió de manera descarada al pueblo que representaba incluso en uno de los momentos más graves de su reciente historia, y se convirtió en uno de los garantes del neoliberalismo más ultramontano que ha originado los problemas económicos en que nos vemos ahora sumidos, tiene la receta para que el país salga de la crisis... Pero su Lumbrera Señoría sigue erre que erre en sus recetas y argumenta que es preciso aún más liberalismo financiero para resolverlos. Ya sabemos lo que esto significa en la práctica para los trabajadores: Más facilidad de despidos, mayor precariedad laboral. O sea, más de lo mismo aunque resulte evidente que el liberalismo sólo ha servido para bañar en oro las cuentas de las grandes corporaciones, los bancos y los tiburones de las finanzas, a costa de los recortes impuestos a todos los demás. Seguro que a una Mente Tan Conspicua no se le ha ocurrido establecer una correlación entre el escandaloso índice de paro que está alcanzando España (el más alto de toda la Unión Europea) y que estemos también a la cabeza en siniestralidad laboral, con el hecho de que este país se haya convertido en el paraíso de los contratos eventuales y de trabajo en precario.
Ya que el Insigne Ex-Presidente es tan dado a darnos consejos, me atrevo a dejarle aquí uno gratis: Mejor nos deja en paz y que se dedique de lleno al negocio con el que tan bien le va ahora. Ese de los charlatanes que iban de pueblo en pueblo, ahora parece ser que de universidad en universidad, vendiendo el producto milagroso que parece ser que todo lo cura.
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