Busqué amor y encontré
que estaba secuestrado
por quien sólo sabe de odios.
Busqué justicia y tropecé
con la Ley del ojo por ojo
y el muerto por muerto.
Busqué la sabiduría y hallé
que el hombre era una locura
talando árboles,
contaminando los mares
y viviendo en casas
con bombas escondidas.
Busqué la razón y descubrí
que la habían exiliado
en la patria de las injusticias.
Y ahora sigo
buscando lo imposible
para no tener en mis manos
una rosa marchita,
y porque con el paso de los años
me reconozco como el loco
más sensato y razonable
de los que pueblan el país
de los sueños malogrados.
que estaba secuestrado
por quien sólo sabe de odios.
Busqué justicia y tropecé
con la Ley del ojo por ojo
y el muerto por muerto.
Busqué la sabiduría y hallé
que el hombre era una locura
talando árboles,
contaminando los mares
y viviendo en casas
con bombas escondidas.
Busqué la razón y descubrí
que la habían exiliado
en la patria de las injusticias.
Y ahora sigo
buscando lo imposible
para no tener en mis manos
una rosa marchita,
y porque con el paso de los años
me reconozco como el loco
más sensato y razonable
de los que pueblan el país
de los sueños malogrados.
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