La palabra ha de ser compañera
del ansia de libertad del oprimido,
el reverso de cualquier violencia,
la inseparable amiga del perdedor,
y el arma que consiga redimirnos
del nudo gordiano de la Historia.
El corazón y la tinta han de estar
junto a los más desamparados.
El escritor ha de reivindicarse
amigo del manzano, el pájaro,
el regazo, el mar y la semilla,
las primeras lluvias de invierno
y la última estrella de la noche.
Desde una atalaya sosegada,
pero llena de confianza y firmeza,
han de buscar respuestas los poetas,
que aborrecen las luces del poder
y ofrendan belleza, por encima
de tanta esperanza devastada.
La poesía es el socorro del amor
la oportunidad nunca ausente,
el espejo de los sueños perdidos,
y la luz que limpia los recuerdos
con la blancura del alba que vendrá
a relucir en los rincones indefensos.
del ansia de libertad del oprimido,
el reverso de cualquier violencia,
la inseparable amiga del perdedor,
y el arma que consiga redimirnos
del nudo gordiano de la Historia.
El corazón y la tinta han de estar
junto a los más desamparados.
El escritor ha de reivindicarse
amigo del manzano, el pájaro,
el regazo, el mar y la semilla,
las primeras lluvias de invierno
y la última estrella de la noche.
Desde una atalaya sosegada,
pero llena de confianza y firmeza,
han de buscar respuestas los poetas,
que aborrecen las luces del poder
y ofrendan belleza, por encima
de tanta esperanza devastada.
La poesía es el socorro del amor
la oportunidad nunca ausente,
el espejo de los sueños perdidos,
y la luz que limpia los recuerdos
con la blancura del alba que vendrá
a relucir en los rincones indefensos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario