No me interesan
las victorias, las distinciones;
prefiero el goce de lo cotidiano,
lo sencillo y natural,
la brisa suave, el mar,
una sonrisa contagiosa
y la mirada de los niños.
No me importan
las celebraciones, las medallas;
prefiero la belleza en el arte,
la imperfección y la duda,
la naturaleza de los libros,
los lugares de encuentro,
el sueño tan vulnerado
de un lenguaje común.
No soporto
las solemnidades, los enconos;
prefiero cultivar la comprensión,
y la utopía como meta.
Avivar conciencias,
el calor de la amistad,
el valor de la palabra,
y cuidar los fragmentos perdidos
de la memoria del mañana.
las victorias, las distinciones;
prefiero el goce de lo cotidiano,
lo sencillo y natural,
la brisa suave, el mar,
una sonrisa contagiosa
y la mirada de los niños.
No me importan
las celebraciones, las medallas;
prefiero la belleza en el arte,
la imperfección y la duda,
la naturaleza de los libros,
los lugares de encuentro,
el sueño tan vulnerado
de un lenguaje común.
No soporto
las solemnidades, los enconos;
prefiero cultivar la comprensión,
y la utopía como meta.
Avivar conciencias,
el calor de la amistad,
el valor de la palabra,
y cuidar los fragmentos perdidos
de la memoria del mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario