lunes, 7 de febrero de 2022

POESÍA: EL SENTIDO DE LA VIDA


Vidas, caminos,

direcciones que de pronto

bien pueden confluir 

en un palacio

finamente esmaltado

donde se confunde

a los amigos 

con la propia fábrica

del edificio, 

donde ves qué fácilmente 

podemos reducirnos

a la unidad, 

a una elemental armonía

que casi da risa reconocerla 

por debajo

de todas nuestras fatigas, 

nuestro tedio diario, 

nuestra incivil separación

del cultivo de lo sencillo. 


Así crecimos los poetas

para terminar siendo

vagabundos,

adultos erráticos, 

niños perdidos

en nuestros propios sueños, 

juntos de la mano

como perros viejos

olisqueando el orín nuevo 

de las cuatro

esquinas del mundo. 


Gente que busca

algo de magia caminando

por las calles de siempre 

aunque sobre ellas, 

hace tiempo

que alguien borró

la armónica geometría

de lo diverso 

y dictó cuál era 

el único sentido 

de nuestra vida

en la Tierra, precisamente

el del sinsentido. 

OPINIÓN: CIBERACOSO


Leo asombrado sobre el acoso en las redes recibido por la mujer que se hizo con el triunfo en el dichoso festival de Benidorm. Chanel recibió mensajes de odio racista, sexual y clasista en Twitter y al hacerlo pasó a engrosar el número de mujeres que son acosadas cada día en esta (y otras redes) por el hecho de bailar, expresarse u opinar como les parece. No en vano, las redes son un reflejo del machismo estructural que nos atraviesa. Hablo de ese porcentaje tóxico que no se mueve y que no perdona, como no perdona la cifra de mujeres que mueren asesinadas cada año. Pero ¿cómo de fuerte llega a ser este acoso? Según la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género (FEMM) del Parlamento Europeo, dos de cada 10 mujeres en Europa de entre 18 y 29 años han padecido ciberviolencia machista. Porcentaje importante pero comparativamente ridículo si uno piensa en las mujeres que mantienen públicamente un discurso feminista, para las que la posibilidad de recibir insultos es del 100%.

Chanel, como tantas acosadas antes que ella, cerró su Twitter. Es así, si te agreden en la vida analógica, es el agresor (o la agresora) quien recibe una orden de alejamiento. Pero en redes ocurre al revés: es la víctima quien debe alejarse. Si te humillan virtualmente, los expertos dicen que son trolls quienes lo hacen, como si no fueran personas reales. Chanel, como tantas agredidas recordaba en un telediario lo contrario: “Detrás de las pantallas hay seres humanos con sentimientos y está en juego su salud mental”. Las víctimas existen, su ansiedad es real, su miedo es real. En cambio el machismo vive en el país de los trolls y se expresa, aún hoy, con total impunidad.

domingo, 6 de febrero de 2022

PINTURA: VENTURA ÁLVAREZ SALA


Ventura Álvarez Sala (1866-1911-) fue un pintor e ilustrador asturiano comprometido con los problemas de su tierra y de su tiempo: pobreza, falta de expectativas laborales, emigración… En su tierra se le conoce como “el Velázquez asturiano”. Sus pinturas se centran en la clase trabajadora, en sus paisanos, en sus quehaceres cotidianos y su forma de vida. La apelación a la conciencia social, cívica e histórica es una constante en su producción artística.

En esta obra, “La promesa”, los protagonistas son marineros de comienzos del siglo XX, humildes pescadores, que junto con sus familias van a cumplir una promesa a la capilla de la Virgen. Entendemos que se consideran afortunados, se han salvado de un naufragio, de una tormenta en alta mar, e hicieron una promesa que ahora van a cumplir. La desesperanza, la devoción y humildad, con la que se muestran ante la cruz es conmovedora. El pintor acertó a fundir en esta pintura el cuadro de costumbres de inspiración religiosa con la captación naturalista. El paisaje costero que envuelve la escena es hermoso y capta a la perfección ese clima asturiano tan característico, con sus cielos nublados y su sempiterno “orbayu”.

POESÍA: CUANDO NACE UN SER HUMANO


Cuando nace un ser humano

siempre es amanecer

aunque en el cielo

la noche pinte negros cristales.


Cuando nace un ser humano

hay un olor a pan recién cocido

por los pasillos de la casa;

en las paredes, los paisajes

huelen a mar y a hierba fresca

y los abuelos del retrato

vuelven la cara y se sonríen.


Cuando nace un ser humano

florecen rosas imprevistas

en el jarrón de la consola

y aquellos pájaros bordados

en los cojines de la sala

silban y cantan como locos.


Cuando nace un ser humano

todos los muertos de su sangre

llegan a verle y se comprueban

en el contorno de su boca.


Cuando nace un ser humano

hay una estrella detenida

al mismo borde del tejado

y en un lejano monte o risco

brota un hilillo de agua nueva.


Cuando nace un swr humano

todas las madres del mundo

sienten calor en su regazo

y hasta sus labios llega

un sabor a miel y a beso.


Cuando nace un ser humano

de los varones brotan chispas,

los viejos ponen ojos graves

y los muchachos atestiguan

el fuego alegre de sus venas.


Cuando nace un ser humano

ya no estamos solos porque

es una hermana o un hermano.

sábado, 5 de febrero de 2022

POESÍA: MANIPULACIÓN


Para ser aceptados. 

Para conseguir

cualquier deseo

con un mínimo

de importancia. 


Para alcanzar

el plano místico, 

el carnal, 

el terrenal. 


Para nada, 

porque sí y porque no. 

Nos manipularán,

moldearán nuestras ideas. 


Para su provecho,

ahora y siempre. 

Y no te olvides

de dar las gracias, 

amén. 

OPINIÓN: ¿REALIDAD O ACTUALIDAD?



La realidad ha desaparecido, ya no existe. Ha sido sustituida por la actualidad. La realidad perdura en el tiempo y nos parece cansina, vivimos a golpe de nuevos titulares que alimenten el engaño de que las cosas cambian. Durante dos años enteros hemos reducido nuestra conversación —y nuestra vida— a un solo tema: la Covid. Así, este virus, además de matar a millones de personas, nos ha dejado sin (otras) palabras y hasta sin (otras) enfermedades. La actualidad de la pandemia nos ha simplificado lingüística y patológicamente. Hasta el punto de que muchos llegaron a creer que el cáncer, los problemas coronarios, la atención primaria o la salud mental habían desaparecido y que la historia de la medicina, como la Idea de Hegel, había alcanzado su destino al instalarse en un enfrentamiento cósmico con el virus. ¿Y la vida? ¿Dónde se fue? Ella, cansada y herida se desangra en las urgencias de un hospital colapsado con la ilusión de que alguien vuelva a buscarla. Pero no me entiendan mal. No estoy diciendo que la actualidad no importe. Mi problema es que necesito que la realidad nos siga importando por encima de la actualidad. Es decir: una cosa es que nos importe la Covid porque amamos la vida y otra que consumamos información tan compulsivamente que lleguemos incluso a olvidar por qué era importante. Y ya de paso, que dejemos de atender a cualquier realidad que no sea inmediata, como los campos de refugiados o nuestra intimidad, por citar solo dos heridas en penumbra.

Al final, la realidad no es más que una forma eterna de ver las cosas. Lo que pasa es que cuando ya no hay forma de ver las cosas atravesando el tiempo entonces son las cosas las que te ven a ti. Y entonces sucede que es la actualidad la que nos mira, la que nos maneja, la que nos dice sobre qué pensar en cada momento. ¿Se acuerdan cuando nos manifestábamos por la crisis climática? Fue hace mucho ya, había una niña, una tal Greta Thumberg que llevaba un chubasquero amarillo y que se convirtió en pura inspiración. ¿Sabe alguien qué fue de ella? La actualidad la escupió como un hueso atravesado en la garganta.

El problema (y la desgracia) es que cuando la realidad no es capaz de atravesar el tiempo, entonces apenas se puede hablar de ella porque empieza a parecer que cualquiera podría hacerle lo que quisiera. En la práctica, decir que lo real no permanece equivale a decir que no existe. ¡Peor aún! Es como dar patente de corso para cambiar la realidad al antojo, o sea, a los intereses de cada cual. Porque la realidad misma es lo puesto en cuestión —no las evidencias efímeras de las portadas— y la verdad parece antes el haz del foco de gloria que otorga el último minuto trending topic que el producto necesario de los hechos, la historia o las ideas. De la sustancia del mundo, por decirlo de una vez. No en vano estamos construyendo una realidad paralela a marchas forzadas, un delicioso metaverso donde las cosas prometen tener principio y fin, donde podremos establecer acuerdos y pactos nuevos y definir dónde empieza y termina el tiempo. Evidentemente está siendo un gran éxito, porque la realidad ha perdido su sitio en el pensamiento y su espacio en el alma (de hecho, va como alma en pena). Y ahora lo único real es el deseo universal de inventarla o de negarla. Así que toca escoger: realidad o actualidad. Y siempre habrá una pérdida en nuestra decisión, siempre nos faltará algo fundamental. Así las cosas, mi único deseo es no elegir siempre lo mismo. Que algunos días gane la vida, esa que es real y aún nos espera.

viernes, 4 de febrero de 2022

POESÍA: TANTO DOLOR


Tanto dolor se tiene

que arreglar con algo.

No se puede sufrir 

de esta manera tan injusta 

sin que la vida nos entregue

otra cosa a cambio.

Tanto dolor tiene

que terminar un día;

romper con los dientes

tanto desengaño;

que vengan los padres

y nos besen;

que lleguen las madres

y nos acunen;

que vuelva la primavera

y lo desborde todo

de verdad y de milagros.

Porque es injusto sufrir

de esta manera.

No hemos cometido

otro pecado

que el de querer y confiar

en la esperanza

y estar sin la esperanza

todo el rato.

Este dolor tiene

que terminar un día.

La vida tiene

que entregarnos algo

de lo que nos debe

a todos los que creímos

tanto en la justicia

y en la alegría

y nos han dejado

casi vacíos por dentro.

REFLEXIÓN: LA RAZÓN


Me pregunto a menudo por cual será la razón por la que alguien me lee. Porque, en general actuamos como si ya lo supiéramos todo, y lo que hacemos es reforzar nuestro mensaje con el de los que piensan como nosotros. Nos rodeamos de ellos, con el convencimiento de ser los únicos que tienen razón en este sinsentido de país. Pero el caso es que yo no pretendo ser de nadie, lo único que tengo claro es lo que no soy ni seré nunca... Pero eso no significa que haya elegido un bando. Jamás elegiré un nosotros en ese sentido, porque me condiciona a la hora de opinar, e incluso de pensar. Y en más de una ocasión me ha ocurrido que alguien que me consideraba de los suyos, ha acabado despotricando contra mi porque en un tema puntual no he opinado como esa persona pensaba que debía haberlo hecho. Cuando la visión del mundo lo divide en bandos, es lo que tiene, no se admiten discrepancias, solo se ven traiciones. Y pasas de inmediato a ser de “los otros”; quedas marcado con la maldita etiqueta. Entras a formar parte de esa banda de sospechosos en los que no se puede confiar porque están vendidos a vaya usted a saber qué causa, corporación o sistema. Por eso me gusta ser claro, no escribo para darle la razón a nadie, no soy de nadie, ni pretendo conquistar a nadie. Si me lees, has de saber que ayer pudiste estar de acuerdo con lo que pude haber escrito, pero igual hoy podría ocurrirte exactamente lo contrario. Es desde esa libertad en la que se forja la confianza de la relación entre el que escribe y los o las que leen. La fidelidad solo nos la debemos para con nosotros mismos y la conciencia es una cosecha individual, no un producto colectivo.