domingo, 28 de diciembre de 2025

POESÍA: ANTORCHA

 


Ya solo aspiro a la calma 

que sigue al incendio

donde arden la mediocridad, 

los mediocres y sus miedos. 

Camino con una antorcha

encendida entre los restos, 

pero los árboles están a salvo

me llevo su lentitud y su sombra, 

renuncié a la prisa

cicatricé la ira los días de lluvia, 

vacié mis pulmones de óxido, 

mis venas de vaselina. 

Renuncié a la música de las esferas

a los cuerpos sólidos

a mover la tierra 

con o sin punto de apoyo. 

Solo la levedad del fuego

ley de la levedad

ahí está todo, ahí estoy yo

y veo brillar los diminutos 

corazones de los hombres

como diminutas iglesias

llenos de una fe incomprensible, 

llenos de rabia, llenos de deseos, 

diminutos deseos

que entorpecen el camino

que empobrecen la vida, 

vida que también fue mía. 

La levedad de la vida

abandonando un corazón 

ya muy cansado, 

corazón de autómata

corazón que también amó

porque amé con cada víscera

con cada hueco de mi cuerpo

otros huecos de otros cuerpos. 

Fui hueco de árbol

para las palabras de otros, 

en mí todo está a salvo, 

aproximaciones pobres 

y humanas aproximaciones. 

Que se sepa, 

he hurgado

hay que seguir hurgando

y el frío no puede detenerme. 

Que nada te detenga

que nada detenga a nadie

que lleve una antorcha en la mano. 

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