No le temo a la tormenta,
me siento seguro
en ella cuando estalla
porque solo hay tormenta
en la tormenta
y la tormenta nos aísla
de todos los males del mundo.
Me acomodo en el interior
de la tormenta.
Hago nido
porque es matriz
y protección circular
contra todas las cosas.
La suspensión del tiempo
en la humedad del caos.
Ensancho el pecho
en maraña de tormenta.
Vuelan, más allá de mí,
las techumbres,
los muertos,
las palanganas
y, a veces,
hasta los malos recuerdos.

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