Cuando estoy cansado de ver películas insustanciales, que se olvidan al instante en cuanto acaban, recurro a obras como "Río Bravo" para reconciliarme con el cine.
Obra maestra. Podría quedarme con estas dos palabras para definir esta película, pero me apetece hablar de esta joya, una de las mejores películas de la historia del cine. ¿Por qué me gusta tanto? Por muchas cosas:
1. Por el arranque espectacular que tiene, sin una sola palabra, ni falta que hace.
2. Por los actores: John Wayne en el papel de sheriff serio, honrado y un poco cascarrabias. Dean Martin haciendobde amigo borracho por un fracaso amorosobal que Wayne ayuda a salir de la crisis demostrando el verdadero sentido de la amistad. Walter Brennan de viejo tullido con el que te partes de risa, Ricky Nelson de joven inexperto pero valiente y Angie Dickinson demostrando a todo el personal que el físico en absoluto está reñido con la inteligencia.
3. Por como está dirigida por Howard Hawks, dos horas largas de película, en las que los pocos escenarios que salen son la comisaría, la calle, el saloon y poco más. En este espacio y en este tiempo se desarrollan escenas cotidianas, ir a por comida, hacer la ronda, dar un paseo, unas conversaciones, tocar la guitarra... todo contado de una forma amena y manteniendo en vilo al espectador.
4. Por las dos canciones que se marcan al alimón Dean Martin y Ricky Nelson, magnificas voces acompañadas por Walter Brennan, ese eterno secundario que ilumina la pantalla. Antológica la versión que interpretan del clásico "Amarillo".
5. Por la música de Dimitry Tiomkin, un maestro que nunca defrauda.
6. Porque Howard Hawks quedó tan maravillado del resultado de esta obra, que volvió a repasar el mismo tema con algunas variantes en "Río Rojo" y "El Dorado". Con lo que no nos dejó solo una enorme película, sino una maravillosa trilogía.
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