miércoles, 20 de noviembre de 2024
REFLEXIÓN: CUIDADO CON ALGUNOS MENSAJES
Hay mensajes creados con una intención muy diferente a lo que aparentan. Todos nos sentimos emocionados por la reacción que tanta gente ha tenido de prestar apoyo a los damnificados por el desastre en Valencia. Es imposible no admirar ese esfuerzo solidario y no solidarizarse con la rabia de los afectados ante la incompetencia de quiénes se suponen que tienen un cargo público en el que se supone que la primera obligación es proteger a los ciudadanos... De esa mezcla de sentimientos ha brotado con fuerza ese eslogan de que solo el pueblo salva al pueblo. Y se repite con un comprensible orgullo, sin entender lo que en realidad se pretende con su difusión. Porque si solo el pueblo salva al pueblo, si se me incendia la casa no se ha de recurrir a los bomberos, sino al vecino para que preste un extintor; si nos atracan no llamarenos a la policía, haremos patrullas ciudadanas para protegernos; diremos a nuestros hijos que nos cuiden y se hagan cargo de nosotros cuando seamos ancianos porque los servicios sociales son una tontería, lo que vale es la solidaridad del pueblo. Sin quitarle mérito y valor a la ayuda de los voluntarios, el mensaje que de que “solo el pueblo salva al pueblo” es falaz y profundamente dañino. Muchos pensarán que es un mensaje contra el Gobierno de Pedro Sánchez (la mayoría de los que lo difunden), otros contra Carlos Mazón y otros contra “la clase política”. Pero la realidad es que es un ataque al Estado y a sus instituciones, un mensaje en la línea de la ideología de Trump y Milei, que solo quedarán contentos cuando hayan arrasado con el Estado de derecho y lo hayan sustituido por uno arbitrario en el que Elon Musk y otros como él dicten las normas. Porque el pueblo somos todas y todos y lo que necesitamos es que las instituciones que nos hemos dado funcionen y nos atiendan, tanto a nivel individual como colectivo.
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