Las consecuencias de un desastre natural crecen exponencialmente si a ello se le suman la desidia, la ineficiencia y lo peor de la gestión política o empresarial que no piensa en los ciudadanos. En la DANA de Valencia hubo una cadena de errores que sin duda aumentó las cifras de víctimas. A saber:
1.- La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) venía desde el jueves 24 alertando de la llegada a la Península Ibérica de una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), el fenómeno atmosférico que ha ocasionado el desastre.
2.- El martes 29 a las 07:30 de la mañana, la Aemet elevó una alerta roja por lluvias, lo que implica la previsión de "fenómenos no habituales de intensidad excepcional y con un nivel de riesgo para la población muy alto". A las 11:50, la Confederación Hidrográfica del Júcar, organismo dependiente del gobierno español encargado de gestionar las aguas del río Júcar, que recorre la zona afectada, informaba que uno de sus afluentes mostraba una "crecida considerable" y otro veía crecer su caudal "de forma importante".
3.- Alrededor de las 13:00 h, Carlos Mazón, presidente de la Generalitat valenciana, el gobierno regional de la Comunidad Valenciana, pedía en las redes sociales "prudencia en las carreteras y mucha atención a las indicaciones de las autoridades". Pero Mazón dijo también: "según la previsión, el temporal se desplaza hacia la Serranía de Cuenca en estos momentos, por lo que se espera que hacia las 18.00 disminuya su intensidad” en la Comunidad Valenciana. En lugar de eso, se desplazó por la región sembrando el caos.
4.- Según el recuento de la agencia Efe, a las 19:17, la Generalitat elevaba la alerta a Nivel 2 en las comarcas de Utiel, Requena y la Plana. Y finalmente, a las 20:00, enviaba el mensaje de alerta a los teléfonos móviles de toda la población.
5.- Para entonces, la mayoría de los valencianos ya sabían que la situación era excepcional y peligrosa porque las inundaciones ya habían empezado y muchos estaban atrapados por las aguas, en gran parte también porque muchas empresas, pese a los avisos, obligaron a sus trabajadores a cumplir la totalidad de su jornada laboral, con lo que a muchos les pilló el desastre de camino a casa. Por ahora hay 95 muertos y una gran cantidad de desaparecidos.
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