Cada amanecer
se anuncia con la llegada
progresiva
de la luz del sol,
pero esa belleza
no nos aporta
certeza alguna,
en todo caso
y para mucha gente,
solo sería la señal
injusta de seguir viviendo.
El milagro de la vida
se repite cada día gracias
a una estrella abierta
como un abrazo íntimo
para cada ser vivo,
el problema está
en el poco valor
que le damos los humanos
a ese milagro diario
y que no hemos aprendido
a obrar en consecuencia
para cuidar el tesoro
que nos ha sido legado.
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