Hay quien dice
que vivimos poniendo
parches a los agujeros
de la historia,
y que nada podrá volver
a ser ya como antes.
Al menos,
aquél “como antes”,
a medida que lo
contradicen los hechos,
lo iremos negando
también nosotros
porque en realidad
nada era como
pensamos que fue.
¿Qué quedará
en esta tierra,
en tiempo presente
de todo ese rumiar
que poco
aliento tiene ya
y que nos asfixia,
al tiempo que le damos
la espalda?
Depositamos
coronas y lloramos
pero somos
lo que hemos enterrado,
lo que hemos quemado,
en realidad
nos convertimos en ruinas
de lo que pudimos
haber sido
y ya nunca seremos
porque es tarde
para nosotros.
La única redención
sería al menos
darles una oportunidad
a quienes nos sucedan,
¿pero acaso hacemos
algo en ese sentido?
No hay comentarios:
Publicar un comentario