He leído de un síntoma
que está afectando
a los niños de Gaza:
Tienen miedo a dormir
porque piensan
que posiblemente
ya no volverán a despertar.
Estremece solo de pensarlo...
Me duelen los ojos
cada vez que los cierro
ante la luz derramada
por las explosiones
que les arrebatan la vida,
luz que oculta la del sol
y a la que poco importa
la inocencia perdida
entre las llamas
que rodean a sus víctimas.
Y quisiera ir allí
para abrazar
a la inocencia perdida
pero no puedo,
solo queda el recurso
de convertir cada letra
de un poema
en una lágrima derramada
por tanto sufrimiento.
Y así intento descargar
mi sensación de culpa,
esperando en el ahora
que el horror acabe
y soportando con ira
que haya gente
justificando lo que no debe
tener justificación alguna.
Tragedias inhumanas
que probablemente
se seguirán extendiendo:
Los criminales están
pensando seriamente
en matar niños
también en el Líbano,
cuando ya has matado
a quince mil,
el número ha dejado
de tener importancia.
Tener miedo a dormir
por si el monstruo
del gobierno israelí
los devora mientras duermen.
¿Cómo es posible
que permitamos esto?
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