martes, 7 de mayo de 2024

PINTURA: RICARDO ZAMORANO


Ricardo Zamorano fue un pintor y dibujante valenciano, miembro fundador del grupo Estampa Popular de Madrid, reunión de artistas diversos que tenían en común su lucha contra la dictadura franquista y una concepción del arte como actividad que debe estar al alcance de todos. De ahí su apuesta por la estampa, como técnica que permite realizar varias copias de las obras lo que supone un abaratamiento de las mismas.

Utilizaron para sus objetivos básicamente las técnicas del grabado, preferentemente los procedimientos de la linografía y el grabado en madera que facilitaban la posibilidad de difusión, por sus costes reducidos y rapidez de ejecución, pretensión fundamental por tratarse de un arte de urgencia; los trabajos tenían que ser elaborados en forma masiva para una larga sucesión de distribución; abaratamiento de la obra, que permitiría a las clases menos favorecidas la posibilidad de su adquisición, llevar el arte al pueblo. Estos tres aspectos fueron determinantes para la elección del grabado como medio de expresión.


La obra de Zamorano es indisociable de su compromiso político y social, lo que no resta un ápice de calidad a su pintura. Es por lo mismo que tuvo un gran protagonismo en la fundación y desarrollo del grupo de artistas llamado Estampa Popular, creado en Madrid en 1959, y que tuvo como inspirador a José Ortega, que vivía exiliado en París. Los fundadores en Madrid fueron Javier Clavo, Antonio R. Valdivieso, Manuel Ortiz Valiente, Pascual Palacios, el citado Ortega, Antonio Zarco, Luis Garrido, Dimitri Papagueorguiu y Ricardo Zamorano. A través del guionista y dirigente cultural comunista Ricardo Muñoz Suay tuvieron conocimiento del manifiesto de un colectivo de artistas, Gráfica Popular de México, con inquietudes similares en cuanto a la plasmación en grabados de imágenes de crítica social y política.


Los artistas españoles de izquierdas se sentían más próximos a la sensibilidad y estética mexicana, en la traslación a la pintura o al grabado de su visión del mundo, que al ya trasnochado realismo social soviético. Puede decirse que en las artes plásticas no había las limitaciones y censura, que sí que existían, de modo asfixiante, en cine y teatro. La primera exposición tuvo lugar en la Sala de Arte Abril, en la calle Arenal de Madrid, en mayo de 1960. Se exhibieron aguafuertes, litografías, linóleos y maderas.

Pronto la brigada político-social del régimen se percató de la intencionalidad “subversiva” y de agitación del grupo, de sus relaciones con el PCE, y no les puso fáciles las cosas, con seguimientos, persecución y clausura de exposiciones en algunos casos. Este colectivo, con altibajos, e independiente de la propia carrera artística individual de sus integrantes, tuvo vida hasta 1977.

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