INFORME: LOS ZIFIOS

A veces pensamos que lo conocemos todo de nuestro planeta y no podemos estar más equivocados. Todavía nos queda mucho por aprender de nuestra naturaleza y nuestro medio natural.  Hay muchas especies que sabemos que existen, no por que alguien las haya visto, sino por que se han encontrado indicios de su existencia. También hay otras, como los zifios, que muy pocas personas han podido observar y de las que todavía nos queda mucho por descubrir.

“Hay personas que han dedicado su vida al estudio de los cetáceos y nunca han visto un zifio”, explica Natacha Aguilar, directora del grupo de investigación en Biodiversidad Ecología Marina y Conservación (BIOECOMAC) de la Universidad de La Laguna, una de las mayores expertas mundiales en cetáceos profundos por sus diversas investigaciones en Nueva Zelanda y en Escocia, gracias a la obtención de dos Premios Marie Curie.

Sin embargo, Natacha es una de esas afortunadas que han podido avistar a este tipo de cetáceo y que, actualmente, se dedica a su estudio e investigación para poder conocer más a fondo sus peculiaridades, que no son pocas. Los zifios son uno de los animales más raros que existen en el fondo marino. Pertenecen a la familia de los cetáceos odontocetos y son los mamíferos marinos menos conocidos. Esto se debe a que solo pasan un 8% de su tiempo en superficie. Además realizan inmersiones a 3.000 metros y bucean durante 3 horas en apnea. Son especies muy grandes cuya longitud es similar a la de los elefantes y sus proezas nadando superan incluso a los cachalotes.

Canarias, y más en concreto la isla de El Hierro, es un lugar privilegiado para observar y poder ver a este tipo de cetáceos tan poco común en otros mares. Natacha es la creadora de una red de avistamientos de cetáceos con la que, aprovechando que la isla es el único lugar del mundo donde los zifios emergen cerca de tierra, se empiezan a conocer las costumbres y modo de vida de esta especie: Podemos saber el comportamiento de buceo del zifio, como localizan a las presas, o cual es la profundidad a la que se alimentan y cada cuanto. Se observó que practican un buceo extremo, porque con un cuerpo de cetáceo mediano realizan las proezas de un enorme cachalote, esto les pone en el límite de sus facultades fisiológicas. Son animales que viven en grupos pequeños y además, han que tener un metabolismo bajo para estar una hora debajo del agua, sin subir a la superficie a respirar.