El más allá es solo
otro reflejo en el agua,
cada ser lleva consigo
un jirón que podría guiarnos
hasta su primer ancestro
pero en el camino olvidamos
lo que es realmente importante.
Guardamos la luz
en las aguas subterráneas,
no solo los que determinan
como ha de ser la vida
deberían poder decidir
sobre nuestro futuro.
A cada instante
alguien toca
suavemente a la puerta
del universo
¿prestaremos atención
en algún momento
a esa llamada?
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