No darle muchas vueltas
a la idea de la muerte
y dejar irse los días
mirando
como atardece.
Ver toda
la mar enfrente
y no estar demasiado
triste por nada
mientras
el sol se arrepiente.
Y morirme de repente
el día menos pensado.
Ese es precisamente
en el que pienso siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario