viernes, 22 de marzo de 2024

POESÍA: LAS MADRES EN GAZA


No es extraño que

para nosotros la libertad

suela ser una gran

pared blanca.

Pero para las madres

en Gaza, el blanco

es el color de la muerte. 

Y la lloran una a una

como gotas;

una a una

como naipes.

Lloran como lloran

a veces las madres

cuando les arrancan

lo que más aman

y están destrozadas

de dolor por dentro

-indisolubles,

solitarias,

muertas de calor

o de frío,

sucias de días,

exhaustas-.

Supongo que todas

llevan las uñas rotas.

A veces se quitan

la piel y la cuelgan

de los tendederos.

O cuando dejan

de ser pan y se dan

a la tarea de producir

alfileres con los labios,

sigue la vida, sí, 

pero con toda

la muerte por delante

sabiendo que nadie

les llamará mamá

después de la tragedia. 


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