Aquí yacen los restos,
el pronunciamiento
humano brotando
de lo más ancestral
de nuestra Historia.
Son huesos
que nos hablan
en silencio
de lo que un día fuimos,
pinturas que muestran
creencias y costumbres,
útiles que enseñan
lo que inventamos
para salir adelante
en un mundo inhóspito.
Y así unas vidas,
con gran esfuerzo
fueron sentando
las bases
para las vidas
que después vinieron.
Por eso esos restos
merecen todo
nuestro respeto
y es nuestro deber
moral conservarlos
para las futuras
generaciones.
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