Mis días
son cerillas usadas,
cada jornada
tomo una
para escribir
con su cabeza
quemada
una letra de mi nombre
y luego la tiro.
No me fio
de aquellos que tienen
cerillas intactsys
en sus cajas.
Atrapando el fuego
en sus manos
son capaces
de amenazar al mundo
con un incendio
que difícilmente
podría ser apagado.
La Historia nos enseña
que ha ocurrido
demasiadas veces,
de hecho
aún sigue ocurriendo.
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