jueves, 30 de noviembre de 2023

REFLEXIÓN: ¿LA VERDAD ES NECESARIA SIEMPRE?


Hay quien piensa que tendría que ser un poco más fácil decir lo que piensa. No solo por quien va a soltarlo, sino por el que va a escucharlo... ¿Pero a quien le interesa esa verdad si puede enloquecer al oírla?. A menudo los pensamientos no suenan bien, ni resultan del todo necesario expresarlos, aunque sean honestos y se aferren más a la verdad que la alternativa diplomática en la que se disimula lo que le está pasando a esa persona por la cabeza. Vivir a base de ser sincero continuamente exige una gran voluntad y poca empatía. Para empezar, no se debería tener miedo a ser repudiado, o abandonado, que es lo que, antes o después, acabará pasando, porque la cuestión es si los demás necesitan siempre la verdad de alguien, por muy cercano que ese alguien sea. Quizás sea imposible vivir sin ficciones, a través de las cuales los pensamientos adquieren un aspecto más sociable. 

Hace unos años, una amiga estaba tirada en el sofá con su pareja cuando él le preguntó: «¿En qué piensas?». Ella, que cree que esa es una pregunta intimísima, estuvo a punto de decir la verdad: «Pienso en que anteayer vi a un hombre en la biblioteca, del que podría estar enamorada los siguientes veinte años. Me acerqué a él para saber cómo eran sus manos. Era increíblemente atractivo, más de lo que tú puedas soñar con ser jamás. Me habló y me pareció además una persona inteligente, Después, nos fuimos a cenar. Fue maravilloso. En eso estaba pensado. ¿Y tú?». Al final, respondió que no estaba pensando en nada. Porque muchas veces esas son las alternativas: o la verdad, o la nada. ¿Qué es ser sincero? ¿Qué es mentir? ¿Vale la pena hacer daño innecesariamente? Cuantos matices podemos encontrar si pretendemos responder a esas preguntas... Quizás la ecuación sea interiorizar que la verdad solo resulta imprescindible si enmascararla hace más daño aún que expresarla. 

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