Si pudiese desandar
el camino recorrido.
Volver al tiempo
en que el viento
anuncia julio
y llega el verano.
A la misma ventana
desde donde poder ver
la polvareda levantarse
hasta enredarse majestuosa
en la copa de los árboles.
Volver al trompo
a la pandilla de amigos
a los boliches
que otros llaman canicas.
A la alegría
de los cuadernos nuevos
cuando llega septiembre.
Al desayuno
que prepara mamá
con olor a pan recién hecho.
Volver a las fiestas
del barrio cuando
se arreglan los jardines
todo reluce limpio
y decorado.
Volver a esos días
de la plaza
vestida de alegría.
A las altas horas
de la madrugada
deambulando
mientras bailan los mayores.
Volver a mis catorce años,
a esa hora interminable
en que la gente corre
como loca por la calle
cuando el reloj marca
las doce
las abuelas lloran
truenan los cohetes
y en medio de la humareda
van apareciendo los rostros
de esos seres que te abrazan
y te desean un buen año
cuando termina diciembre
cuando llega enero.
1 comentario:
De sueños esta entrada, la has resumido y me has llevado a otro mundo.
Quien no desearía volver a esas vivencias donde los chiquill@s vivían cobijados bajo el amor familiar. Descubrir a los 5 años el mercado de abastos, donde los olores se mezclaban, los colores nos guiñaban sus ojitos para que compremos dulces, frutas etc., el griterío de vendedores ambulantes, ofreciendo sus mejores precios...en fin...sumergirse en esa nube rosa, es revivir extasiada y con sutil inocencia.
Tengo 3 post en mi blog, donde verso sobre mi niñez.
Que estés pasando bien Paco, gozando del☀️ Buen fin d semana.
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