lunes, 15 de mayo de 2023

PINTURA: SALVATOR ROSA


En 1655, una plaga devastadora asoló Nápoles. El hijo de Salvator Rosa, Rosalvo, su hermano, su hermana, su esposo y cinco de sus hijos, todos murieron. La fugacidad de la vida humana fue un tema recurrente en la pintura y el pensamiento del siglo XVII, pero para Rosa, en el año en que realizó este cuadro, el tema tenía una inmediatez trágica. Uno puede imaginarlo llorando mientras pintaba L’Umana Fragilità.

A pesar de su tema universal y eterno, la fragilidad de la vida humana, esta es una pintura intensamente personal. La mujer sentada de aspecto cansado y extrañamente pasiva es un retrato de Lucrecia, la amante de Salvator y la madre de Rosalvo. El niño, con la muñeca agarrada por la Muerte, representa al hijo muerto del artista. El anillo de rosas pálidas alrededor de la cabeza de la madre es probablemente una alusión al apellido. Las propias iniciales de Salvator aparecen en la parte inferior del lienzo, en la hoja del cuchillo, un símbolo de muerte, el acero despiadado que ha separado a su familia de él.

Emergiendo de la espesa penumbra nocturna que rodea a las figuras humanas, un enorme esqueleto alado dirige la muñeca del infante mientras escribe: Conceptio Culpa, Nasci Pena, Labor Vita, Necesse Mori – ‘La concepción es un pecado, el nacimiento es dolor, la vida es trabajo, la muerte es una necesidad’.

En el siglo XVII los cuadros de Vanitas o «Memento Mori» (textualmente «recuerda que morirás»), eran muy populares. Los esqueletos o calaveras representando la muerte recordaban al espectador la brevedad de la vida y la inutilidad de los placeres mundanos. Las reiteradas pandemias que asolaron en especial la Europa mediterránea, dispararon la demanda de estos cuadros.

3 comentarios:

Ceciely dijo...

Me acongoja esta pintura, pero, comprendo que la muerte es una necesidad.
Buena semana Paco.

Pacogor dijo...

Es terrible nuestra manera de afrontar el tema de la muerte, deberíamos aprender de otras culturas donde lo llevan de una manera mucho más natural.
Buena semana.

Ceciely dijo...

Pues, lo malo es lo que nos han tatuado en nuestros cerebros y nos han creado el miedo. Así nos han sometido desde el origen de la vida. Nos han mentido.
Estoy tratando de amarla y aprender que no hay muerte sino transmutación o transcender a otras esferas o niveles de consciencia.
Excelente tema, Paco.
Buen miércoles 👋