Fuimos nosotros
los que cambiamos,
los que perdimos
ritmo, luz,
sentido y voluntad.
Fuimos nosotros,
hombres y mujeres
desgastados
por la repetición
cotidiana,
sin ser conscientes
de lo que nos ha ocurrido,
o haciendo
como si no
nos hubiésemos enterado.
1 comentario:
Toda una realidad...
Somos nosotros sumidos en lo vulgar de lo cotidiano.
Paco, quise descargar uno de tus libros en PDF y no ha funcionado.
Feliz noche
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