Milton Avery es un pintor de difícil clasificación. Aunque residió desde 1925 en Nueva York, su universo pictórico se mantuvo siempre alejado de las tensiones de la vida urbana y cercano a la naturaleza tranquila y apacible. Si bien se asienta sobre las bases de la tradición realista de la American Scene, su pintura es demasiado abstracta para poder adscribirle a esta tendencia. Sin embargo, aunque fue un buen amigo de Rothko o Gorky, que se convertirían en protagonistas de la abstracción americana, su pintura nunca se desvinculó lo suficiente de la representación como para formar parte de los movimientos abstractos.
Ensenada canadiense, un lienzo fechado en 1940, es un buen ejemplo de su delicado estilo de formas abreviadas y colores brillantes y de su mundo arcádico y apacible. Representa una tranquila escena costera, que alude al verano pasado por la familia Avery en la península de Gaspé, cerca de Quebec, en 1938. Su mujer Sally y su hija March aparecen leyendo, o dibujando, plácidamente sobre un promontorio situado por encima de la ensenada, cuyo perfil en diagonal divide la composición en dos formas trapezoidales.
La manera simplificada de representar la naturaleza, desprovista de detalles, y su personal cromastismo son características de su inconfundible lirismo. El armonioso tono azulado que invade toda la composición y la aplicación de la pintura a base de pinceladas sueltas, que crean grandes planos de color, hablan de la influencia de Henri Matisse, al tiempo que anuncian su próxima derivación hacia una mayor abstracción.
Inmerso en los experimentos de color de los modernistas europeos, como los fauvistas y los expresionistas alemanes, Avery usó el color de manera nítida y sutil, creando patrones visuales que estimulan y alivian al espectador. Evitando las pinceladas de bravura de los artistas franceses y alemanes, el color de Avery adquiere una sensación más atemporal y serena. Avery abstrae formas de sus formas más simples y partes componentes, dejando de lado detalles extraños. Su objetivo al hacerlo era transmitir la idea, la esencia del objeto, ya sea un modelo o un paisaje. Si bien muchas de sus composiciones podrían ser bastante abstractas, insistió en representar el mundo real de las cosas y las personas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario