Una idea vegetal,
que deja enredaderas,
flores, historias del futuro,
viajes fuera del tiempo,
almuerzos marítimos,
periplos por el mundo.
Es una idea vegetariana,
aérea, imaginaria,
etérea, paria,
oculta en el pulso
de una selva virgen
a la que nunca fui,
en lenguas cuyos
sonidos asemejan
especies foráneas,
Stradivarius extraterrestres,
númenes inexplicables,
poesía de esa simbólica
que no se mastica
cotidianamente,
quiero cenarme la idea
y, despierto luego
en la madrugada,
volver a su esencia
a la que entrego
toda mi alma.
3 comentarios:
Maravillosa poesía. Has aflorado tu propia idea vegetal con ramificaciones que nos abrazan a los humanos para darnos su savia y continuar creando y recreándose en el planeta. Un abrazo vegetal amigo.
Intento pasar por el mundo dañando en lo mínimo posible la vida que nos rodea, ya sea vegetal o animal. Si intentas no hacer daño a lo más diminuto e indefenso, tampoco se lo harás a todo lo demás. Un abrazo.
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