Hermanas mujeres,
con respeto y admiración
quiero expresarles
que más pronto que tarde
conquistarán la vida
que el miedo les arrebató,
ya no serán
la lágrima sin el grito,
sus cuerpos dejarán
de estar siempre encogidos,
ocuparán mucho
más espacio,
dejarán de ser repliegue
para llenar el alma,
pasearán el miedo tan lejos
que ya no sabrá
volver a casa,
el amor acariciará
sus cuerpos seguros,
reirán fuerte
con los mismos músculos
que habían tensado.
Hermanas mujeres:
suban a la yegua
de la rabia,
que la injusticia deje
de ser jaula
para volver a ser forraje;
suban, libres, intactas,
las niñas buenas
van al cielo
porque mueren,
las mujeres libres
cabalgan con decisión
hacia el futuro.
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