Si un nuevo humanismo
no se impone
y el hombre no abandona
la máxima de ser
una bestia para el hombre,
un caníbal para el resto
de los seres sintientes,
un ogro para
los recursos naturales,
y un buldócer para
el medio ambiente...
un día, no lejano,
la tierra se cansará
de nosotros
y nos escupirá como
un hueso de aceituna.
Nos lo está advirtiendo
desde hace tiempo,
pero nos negamos a verlo.
Y las consecuencias
las pagarán nuestros
descendientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario