En la década de los treinta del siglo pasado, un joven veterinario recién licenciado en la universidad de Glasgow llega a una hermosa comarca del corazón rural de Inglaterra. Viene a hacer las prácticas a la consulta del veterinario titular. El veterinario, su hermano, el ama de llaves, los vecinos, el pub, los campesinos, con todos ellos irá tratando y poco a poco, con cierto esfuerzo, irá ganándose su respeto y un lugar en la comunidad. Bien rodada, con medios, con una cuidada ambientación, muy pulida, potenciando la hermosura del paisaje y en cierto modo idealizando el entorno, la serie es amable y se deja ver de forma entrañable. Los sentimientos entre las personas, el amor y el respeto hacia los animales forman un todo en esta serie conmovedora. También los lazos que se establecen entre los seres humanos, que llevan incluso a que se llegue a formar una familia con gente que meses atrás eran desconocidos. El protagonista es un veterinario que ha de remangarse para traer un ternero o que sabe muy bien lo que representa para una familia campesina perder su vaca y sufre con ellos; esta es la historia. Y funciona. En casa acabamos de ver la primera temporada en Movistar + y nos ha encantado. Y parece que habrá una segunda, que ojalá llegue pronto.
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