miércoles, 1 de diciembre de 2021

POESÍA: CARTA A MI YO DE QUINCE AÑOS


Ahora que nos separan

tantos años

y triplico el amor

hacia ti mismo,

que me he sentado

a tomar té tantas tardes

con los mismos monstruos

que a ti te paralizan,

te escribo,

y confío, porque aún

soy así de crédulo,

que mis palabras llegarán

a ese pasado,

a mis quince años,

que arañarán

la desesperación

que trae la adolescencia,

la urgencia antigua

de comprenderlo todo,

y esa tenaz necesidad

de aprobación que los años

han felizmente dirigido

hacia unos pocos jueces

mucho menos severos

que tus compañeros

de instituto.


Conjugarás «deber»

como el auxiliar

de todos los verbos,

y «estar» se confundirá

con «ser».

Confías que quienes legislan

la sintaxis de tu vida

te conocen,

y vivirás en el hiato

entre lo que te dicen ser

y lo que eres,

por amor a una tribu

que no te protege

porque no te ve.

Envidiarás a la gente normal,

que pertenece.

Por eso he venido a chivarte

que la normalidad

será siempre un hotel

de sábanas rígidas,

y que tu casa,

ha estado siempre fuera

del impoluto hotel

donde los normales

se acuestan y se levantan

y en medio charlan

de cosas insustanciales

y tú aún no sabes hacer

ese copy-paste

de sus conversaciones de aire, 

hinchadas como globos;

pero aprenderemos, así,

como se aprende a cruzar

la calle en verde

cuando no pasan coches.


Tenía que contarte

que fuera de su hotel

no hay un foso

de dragones y ostracismo;

que era verdad eso de

«los niños son tan crueles»;

que el deber de ser iguales

no impide

que crezcamos diferentes;

que somos tantas, y tantos

viviendo en una tribu de casas

más allá de ese hotel de rígidas

e implacables sábanas;

que no había que escoger

ser fiel o a los demás

o a una mismo;

que el idioma que hablamos

lo entienden tantos y tantas…


Te prometo un imperio

de verdad serena y clara.

Los dedos que te acusan,

las voces que te insultan,

los ecos que la soledad

rebota, asfixiada,

son un túnel demasiado largo,

no el destino.

Porque aún no hemos llegado.

Nos separan

miles de días

y te he amado en cada uno

casi tanto

como sé que todos

los yos del futuro

nos están amando ahora. 

No hay comentarios: