martes, 23 de noviembre de 2021

POESÍA: EL CLIENTE


Durante un tiempo

mi padre tuvo un bar,

de vez en cuando

le ayudaba tras la barra.

De aquél tiempo 

recuerdo especialmente

a un cliente que vino

con su mono de trabajo

muy sucio

los guantes de seguridad 

desgastados sobresaliendo

de un bolsillo, 

dándome todo el rato la vara:

lo maravilloso de su trabajo

su orgullo obrero

su sentido de responsabilidad

su amor incondicional

por su tarea

lo bien tratado que era

como un igual

por sus jefes... 

Y en un momento

en que me despisté

se largó sin pagar. 

Por si tenía alguna duda

lo tuve claro

desde entonces:

nunca te fíes de alguien

que hable bien

de su patrón. 

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