DISCREPANCIA

Que me perdone la discrepancia

mi admirado Gil de Biedma

pero quizás envejecer, morir, 

no resulte ser el único

argumento de la obra.

También comenzar la semana,

por ejemplo un lunes

como el de este poema,

tan evocador de esa cualidad

del que sabe demasiado

sobre tantas cosas que desconoce.

Después de todo, no sabemos
si en realidad son mejor así,
escasas a propósito

para que podamos resistirlo...

Quizá tengan razón

los días laborables

y tú y yo en este lugar,

en esta zona de luz apenas

entre madrugar para volver

de nuevo al trabajo

y la noche que regresará

incorporando nuevas sombras

de las no sabemos ni la mitad
o quizás simplemente,

estemos demasiados fatigados

para entender lo que ocurre.