Cuentan que para vivir
hay que plantar un árbol,
tener un hijo
y escribir un libro,
pero en mi lista tengo
algunas cuestiones más
que también considero
igual de sustanciales:
Querer el amor
que nos enseña que hemos
de ser puro sentimiento,
mirar el agua
que nos instruye que todo fluye
en busca de un destino,
observar el fuego
que nos muestra cuando arde
que todo se extingue,
seguir al viento
que nos susurra en su huida
que todo puede perderse,
desentumecer las palabras
que nos aleccionan sobre remover
la tierra del corazón
porque aún hay barro,
sobrepasar el miedo
que nos impele cuando explota
a no movernos
para no sobresalir en la foto.
aprender a mirar
lo que necesita el mundo
para responder como debemos.
Y ante todo sembrar, porque la tierra
aguarda nuestra semilla
para florecer y dar frutos
que alimenten la existencia.
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