Giran las gaviotas
en las alturas del mar,
pero aún más altas
pero aún más altas
giran las estrellas
y cuando el día se retira
y cuando el día se retira
a las extremidades
de la vida, se cubre
de iluminarias
toda la extensión
de oscura arena
que habita el Universo...
Necesitamos la luz,
y somos una argamasa
y somos una argamasa
de movimientos
recorriendo distancias
recorriendo distancias
en espacios vacíos:
así el corazón
va de las olas al ave,
va de las olas al ave,
del ave a los astros remotos,
de los astros al amor.
de los astros al amor.
Así el amor se enciende
en los hogares
donde realmente existe,
gira alrededor
de los que le convierten
en protagonista
y se ofrece como servidor
de aquellos que llevan
pertinaces
esa luz en los ojos.
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