Y llegará septiembre,
el mes por excelencia
para disfrutar los sosiegos,
las jornadas alejados
del trajín diario del trabajo,
el calor quieto de los días,
la piel dorada que te ciñe,
tus labios firmes y enraizados
en los jardines de mi alma.
Mes en que habrá un acto
para celebrar el anhelo
de volvernos eternos
junto al mar que amamos,
y en el que los ojos
deslizarán alboradas
por la riberas del corazón
ingrávido y anhelante
por el placer de estar juntos,
con la ternura del éxtasis
en la emoción de un amor
en la emoción de un amor
sencillo, emocionante y sobrio
habitando la paradoja del tiempo.
Días donde los sentidos
Días donde los sentidos
serpentearán de placer
mientras la luna nos guía
esculpiendo caricias decoradas
en el acontecer de un calendario
lleno de novedades, pálpitos
y múltiples regalos para atestar
el baúl de los recuerdos
que insaciables nos esperan.
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