Las manos limpias
en la mesa,
me decía mi madre
me decía mi madre
de pequeño
para que no olvidara
lavarme las manos
antes de ir a comer.
Lo que son
los caminos de la vida,
resulta que ahora
toca soportar
el tosco e inaguantable
espectáculo
que da esa gente
de tan alto copete
con tanta inmundicia
entre las manos,
que no les sirve
toda la existencia
de agua y jabón
que hay en el mundo
para limpiarlas.
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