sábado, 5 de enero de 2013

NIÑOS



Pobres niños,
mírenlos abandonados
por el resto del mundo,
viviendo la maldición
de un continente
para el que no parece
que a nadie le interese
constituir un futuro.
Existen para sufrir,
enlazados a un destino
para el que no existe
denominador propio,
pues lo horrible
se queda corto
para calificar la ignominia.
Fíjense bien:
Llevan amarrado
su cuerpo al hambre
y un nudo sediento
en la mirada perdida,
como si quisieran
abortar su vida,
como si no entendieran
por qué no pueden
volver al lecho materno
y desnacer su existencia.


1 comentario:

Antonia dijo...

Siempre sentí esa punzada en el corazón al ver esas fotos de niños en la desesperada miseria pero tus palabras han multiplicado duramente esta sensación.
Como siempre, me gusta mucho tu escrito