domingo, 13 de enero de 2013

MIS EXIGENCIAS



Que se oigan los cánticos  
que exigen justicia,
que giman los parlamentos
donde se proclaman las mentiras,
que se abran las puertas
al legítimo deseo de felicidad.
Que se llenen los labios
de palabras color carmín,
que la luna color plata
se digne a iluminar las noches
de los mudos y los ciegos.
Que se escuche la serenata
de la verdad más cruda,
que se escriban con firmeza
los  nombres de los traidores,
que se canten a viva voz
en las plazas y en los parques.
Que se difunda el mensaje
de que no se vende la esperanza
ni consiente su permuta
por algún bien confortable.
Que nos escuchen y lo sepan,
que se siembren los cuencos
y se declare el amor en guerra,
que se unten en los cuerpos
la miel de las abejas,
que se amen los enjambres
y se amontone la pasión.
Que se descarguen orgasmos,
que se legisle con cordura,
que se exija a los exegetas
permitirnos vivir y disfrutar.
Que el viento no borre del todo
las huellas del camino,
que se eliminen los escombros
y las palabras cargadas
de ponzoña e inquina.
Que siempre queden
sueños por cumplir,
que la lucha no se dirima
sólo en los campos de batalla,
que no se expropien los deseos
de embriaguez y amor.
Que todos tengamos claro
que la revolución ha de ser
un estado de ánimo
permanente o no será. 


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