viernes, 6 de abril de 2012

PRESENCIA




El maestro Pedro Salinas
dijo en un tristísimo poema
que se negaba a dejar de sentir
el dolor de la ausencia
de la mujer a la que amaba
porque eso era lo único
que le quedaba de ella...
Se entiende dadas
sus terribles circunstancias
personales del momento.
Pues según las mías de ahora
ocurre algo parecido
aunque con el fundamental
matiz de la alegría:
no quisiera dejar de sentir
el gozo de tu presencia,
porque ciertamente significa
eso que el poeta añoraba
en su sueño que es el mío.
Por eso lo dejaría todo
si desde tu libertad me llamaras
para traspasar el horizonte
revertido en lo que nos une.

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