a hacer acto de presencia
en la Oficina de Corazones Rotos
para actualizar los datos de mi ficha.
Me hicieron escribir en una hoja
cientos de veces la palabra iluso
y me pegaron en la frente
una pegatina con la frase:
‘No se debe soñar con imposibles’.
En la parte final del informe
añadieron mi nombre en cursiva,
me hicieron firmar por triplicado,
sellaron con mis huellas el archivo
y poniendo cara de circunstancias
el funcionario lo guardó todo
en una carpeta de color grisáceo
confirmando que el sumario
habría de ser ya transferido
al departamento de incurables...
Y lo entiendo, en realidad
resulta del todo lógico
porque tampoco el que suscribe
le encuentra solución a la cosa.
En cuestiones de amores
hace tiempo que ni siquiera
consigo hacerme una posibilidad
de entre tantas que andan sueltas,
y a pesar de todo puedo apostar
a que seguiré dándome de bruces
una y otra vez con esa piedra
que se cruza siempre en mi camino.
2 comentarios:
Que bien lo describes, me ha gustado muy especialmente, en éstas cosas a pesar de mi edad me siento en sintonía, que cosas...
Aprovecho para felicitarte las fiestas que ya tenemos encima, paz y amor de familia y sobretodo salud, valor y humor ante el año que también se nos avecina o mejor dicho que nos va a aplastar
Bsss
Gracias, Rita...Lo mismo para ti y la familia.
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