a qué remoto
y desértico territorio
pretendes desterrarme?
¿A qué paraíso de luz,
frescura y libertad,
con tus giros inesperados
me condenas?
¿Mía?
a veces pienso
que mi vida
no me corresponde.
Cuando parece
que se me agotan las reservas
humanas del dolor,
resulta que todo se transforma
y en lugar de infierno
contemplo con sorpresa
el cielo en que me adentro…
Y al revés.
Y al revés.
1 comentario:
Palabras bien ordenadas.
C.
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