es de una modernez
realmente apabullante.
Si consigues mesa libre
comerás en restaurantes
donde te sirven bazofia
con esa denominación
para llenarte las venas
de grasa y colesterol.
Si eres persona con suerte
te sentirás agradecido
porque te ofrezcan trabajo
con un contrato en precario
que todos sabemos bien
lo que puede significar.
Para los momentos de ocio,
a los espíritus delicados
se les brinda la posibilidad
del ejemplarizante espectáculo
de la pestilencia televisiva.
Luego están las bocas
que proclaman sin recato
la insoportable hediondez
que un cerebro humano
es capaz de acumular.
Y en la cima de la pirámide,
luce en todo su esplendor
el ideal de democracia
que hemos decidido pringar
hasta en lo más profundo
de su acepción y significado.
No queda nada limpio
bajo este sol que reluce
en un ocaso lleno de porquería.
¡Qué montón de desperdicios
nos vemos obligados
a soportar sin queja alguna!
1 comentario:
Sí, vivimos aturdidos pero no saciados.
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