Creo en los árboles,
adoro el sol y también
la oscuridad en la noche,
mantengo en lo alto
las nociones de lo idílico,
aunque reconozca que el mundo
está lleno de muros
y corazones con espinas.
Pero tenemos
la fragancia del cielo,
la pasión puede alimentarse
con gotas de raíces aromáticas
y hasta con sugestiones
que traspasan
los velos de los ojos
al soñar, al creer,
por mirar al infinito.
Substancia natural
ese misterio asombroso
que anida en la mar,
vuela por los cielos,
llena de color los campos
y obra un milagro
en el interior de cada semilla.
Magia extraordinaria
que vibra en la tormenta
y se ilumina de relámpagos,
mar bravío y lluvia
que empapa el corazón
con la fuerza de la vida.
1 comentario:
Una gran belleza encierra este poema. Felicidades también a Patty por elegir tan bien las imágenes y la música.
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