Porque creo que tú también
Eras la duda que respiraba...
Pero llegó aquél momento
en que tu voz susurró
victoria entre las sábanas:
Recuerdo que mis besos
sucumbieron en tu piel
y resultó imposible
no rendirse a este amor
tan cargado de diferencias
con otros amores
que acompañaban la soledad.
No sé bien qué pasó,
pero aún con la maravilla
del deseo y la pasión,
fue menos que sentirnos
solidarios en dolores
y ya me resultó imposible
no pronunciar la cifra
pequeña de tu nombre
al sentar la cabeza
en tu piel de almohada.
Como ahora ya no puedo
evitar susurrarle tu historia
a las mariposas
y enseñarles las palmas
de estas manos
felices por haberte acariciado
y de que todo confluya
entre tus muslos y mi alma
en el mañana gozoso
que ahora intentamos.
2 comentarios:
Sin comentarios...y la imagen de la ola, también , sin comentarios, solo decirte que la has sabido encontrar...
Felicidades Patty, bellísimas imágenes!
Publicar un comentario