que te llaman,
cinco uñas ansiosas
por arañar tu carne,
dos manos ávidas
por acariciar tu pasión
oculta y viva.
Y celebro, no sabes cuánto,
tener tu corazón y tu sexo,
y que tengas el corazón y el sexo
de quien tú quieres.
Tengo tus cuatro extremidades,
tus ojos, tu desierto,
tu modo de entender el amor...
Tengo cinco dedos
que te llaman
y cinco huesos en mis dedos
que celebran cada día
la dicha de probar tu piel
y alimentarse de tu carne.
3 comentarios:
Hermoso escrito.
Saludos.
Pasional...
Muy bonito, Patty.
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