Entre las necesidades
de mi garganta
tengo tantas cosas
sobre las que gritar
pero me callo.
Son alaridos mudos
que se desfiguran
en el enorme silencio
que me inunda.
El verbo se me queda
entre los dientes
apretados con saña,
aunque tenga el consuelo
de que entre las venas
circula el barro íntimo
de una voz
que nunca dejará
de ser libre.
de mi garganta
tengo tantas cosas
sobre las que gritar
pero me callo.
Son alaridos mudos
que se desfiguran
en el enorme silencio
que me inunda.
El verbo se me queda
entre los dientes
apretados con saña,
aunque tenga el consuelo
de que entre las venas
circula el barro íntimo
de una voz
que nunca dejará
de ser libre.
2 comentarios:
Me encantan tus ganas de gritar al mundo...tus barros de libertad por tus venas...es igual que queden mudas tus palabras detrás de esos dientes apretados..¡algún día ese barro íntimo puede dar mucha guerra!.
Precioso!
La voz no dejará de ser libre aunque hay cosas que no gritemos para no hacer daño...
Muy bueno...!!!
Un beso
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