sábado, 13 de marzo de 2010

ANOCHECER EN EL PUERTO


Los barcos se mecen
suavemente
anclados a las aguas
seguras del puerto,
el sol se retira a descansar
su aliento de viajero
y la luna se acerca
a saludar a los hombres.
En un rincón,
las gaviotas se reúnen
a comentar las incidencias
de la ajetreada jornada.
Hay un remanso de paz
en estos momentos
en que se despide el día:
El ajetreo y los ruidos
se muestran respetuosos
con la serenidad
que necesitan las almas,
las barcas de los pescadores
descansan juntas
en la arena de la playa,
la luz se apaga gradualmente
y el mismo mar
parece recogerse satisfecho
tras el manto de la noche.

2 comentarios:

De la Rosa dijo...

Leyendo eso, me pareció estar sentada sobre una de esas rocas, contemplando el atardecer....hasta creí escuchar algunos silencios...
Como siempre, precioso

Pacogor dijo...

Una de esas rocas es la mía: De día es el mejor sofá para la lectura, y de noche para la paz de las ensoñaciones.