miércoles, 17 de febrero de 2010

SONRISA


Nívea sonrisa,
silente lenguaje
que llena de color el alma,
atrapa corazones,
y habla de capacidad
para repartir ternura.
La observo y es un caudal
cargado de ilusiones,
como un poema
escrito para los ojos
exhaustos de tristeza.
En esa blancura serena
que obsequia tu rostro
se refleja un gesto
de sutileza femenina
y belleza comedida
que despierta tentaciones
de sentirte, hablarte,
despertar junto a tu boca
para enterrar
las exangües lágrimas
y los interrogantes
que arden entre los labios.

2 comentarios:

Ana María dijo...

En este mismo instante, termino de leerte y las comisuras de mi boca han cambiado de posición y se han curvado hacia arriba.

Me encanta tu poema y las sonrisas.

Y aunque sólo sea una sonrisa apenas insinuada. Sólo una nada más. Algo minúsculo. Casi sin importancia, la recibiré siempre con los brazos abiertos

Pacogor dijo...

Lo que algunos calificarían como una sonrisa minúscula, otros le definirían como un tesoro...